Reseña #29: Wallbanger de Alice Clayton

Sinopsis

Cocktail #1

Caroline Reynolds tiene un fantástico apartamento nuevo en San Francisco, una batidora marca KitchenAid, y ningún O (y no estamos hablando de Oprah, amigos). Tiene una carrera de diseño en ascenso, una oficina con vista a la bahía, una receta asesina de pan de calabaza, y nada de O. Tiene a Clive (el mejor gato del mundo), amigas geniales, un grandioso escote y cero O.

Añadiendo insultos a su falta de O, desde su mudanza tiene un vecino mujeriego que pasa sus noches azotando la cama contra la pared. Cada gemido, golpe y -¿fue eso un maullido?- señalan el hecho de que no sólo está perdiendo su sueño, aún sigue sin tener, sip, lo adivinaron, nada de O.
Ingresen a Simon Parker. (No, en serio, Simon, por favor entra). Cuando el «azota-paredes» amenaza literalmente con romper la pared, Caroline, vestida de frustración sexual y lencería rosa, se enfrenta a su escuchado-pero-jamás-visto vecino. Su encuentro nocturno tiene, bueno, resultados extraños. Ejem. Con paredes así de delgadas, la tensión será enorme...

Opinión

Caroline Reynolds acaba de mudarse a San Francisco, al apartamento que alguna vez fue de su jefa y amiga Jillian. Durante su primera noche, mientras se encontraba durmiendo en su nueva habitación, su vecino comenzó a... bueno, golpear las paredes mientras se divertía en su cama.
Cada noche, su desconocido vecino llevaba una chica de su extraño harem (no me voy a cansar de eso, lo juro), y no es hasta que una de esas noches este hombre frustra a Caroline, que se cruza vestida con un camisón rosado para reclamar su dignidad al otro lado del pasillo y, oh! sorpresa, su vecino es una bomba sexy llamada Simon Parker.

Bueno, no sé si podré escribir esta reseña sin soltar algunas lágrimas de la risa.

Wallbanger es sin duda uno de los mejores libros que he leído. Tenemos a  Caroline, una joven de unos veintitantos, soltera, y, que, obviamente, sigue comportándose a veces como una adolescente (qué esperan? es soltera). A pesar de sus ataques de adolescente, Caroline es de mis protagonistas favoritas. Su narración es rápida, liviana y divertida, con comentarios que de verdad hacen que todo valga la pena. Sin ella, este libro no sería lo mismo, sin contar la cantidad de veces que quedaba con cara de no entender por la omisión de palabras. Caroline se hace amar con esa cosas.
Ahora pasemos de Pink Nightie Girl (o Chica Camisón, apodo ganado después de usar su camisón rosa) a Wallbanger. Simon Parker es un fotógrafo que cuando está en su apartamento tiene aventuras durante la noche con algún miembro de su harem, el apodo que Caroline le otorgó. Lo que sin duda amé más de él es su actitud. No es estúpido, se comporta como un adulto (menos las veces en las que se deja llevar) y es hermoso. Es de los pocos hombres literarios que he leído que tienen, en cierta forma, defectos marcados (dejen afuera a los chicos malos). No sé cómo explicarlo, así que no lo haré.

Tenía un mensaje de texto de un número que no reconocía.

"¿Tuviste una buena noche?"

"¿Quién diablos me está escribiendo?"

"Algunas personas me llaman Wallbanger."

Como dije antes, la narración es rápida y divertida. MUY divertida. Wallbanger es el único libro en el que lloré... de la risa, claro. Juro que sacó mi lado malpensado (creo que si malinterpreté cinco situaciones, es muy poco), porque, vamos, es muy sencillo que salga ese lado cuando la protagonista está en busca de O (no tengo que aclarar qué es, creo que quedó muy claro XD), y se saltan algunas palabras claves para hacer las cosas normales.

Quiero agregar que las situaciones me parecieron tan fluidas, no forzadas. Las conversaciones comenzaban en un lugar y terminaban en otro con razón, no porque de la nada surgió un tema que no tenía nada que ver con el anterior, no había cosas fuera de lugar, y eso hace más querible el libro. Alice supo recrear perfectamente la vida de una soltera (que conoce muy bien sus atributos) en busca de una pareja, y cabe agregar el tema de los casamenteros...

Y quiero hacerle una mensión especial al gato, Clive. Clive es el gato de Caroline, y como Alice le dio un capítulo propio, yo le haré un pequeño lugar en mi reseña. Pero, bien, lo que quiero remarcar de él es que es el narrador del epílogo, y lo que lo identifica son los apodos que les dio a su dueña y a su vecino-golpea-paredes (La Alimentadora/The Feeder -Caroline- y El Alto/The Tall One -Simon). La verdad que nunca me reí tanto con un epílogo, y está tan bien hecho que terminas de enamorarte del libro.

"Nuestra casa era segura, y ahora era vigilada por 
La Alimentadora y el Alto, por lo que me permití soñar. 
Con ella. La única que se me escapó"- Clive. 

Si quieres pasar un buen rato, reírte y no leer un cliché, Wallbanger es tu mejor opción (leer esto con voz de vendedora de TV)