29.12.13

AVISO!!

Hola lectores *u*
Como dije que iba a hacer cuando regresara de mis mini-vacaciones (y como regalo de Navidad), subí todos los capítulos restantes de Mi Infierno Imaginario.
Y QUERÍA DEJAR CLARO ALGO!
El final puede ser que no les guste o que ocurra que no era el que esperaban... lamento si llega a ocurrir eso, pero es que hasta a mí se me hizo difícil escoger el final que más me gustaba.
Finalmente, quedó el que está escrito y subido en el blog.
Las personas que quieran tener el libro (o algún otro) en PDF, escriban un comentario con su mail y yo se los enviaré :3
Ahora mismo, estoy haciendo un par de relatos sobre la infancia y/o la vida de algunos personajes después del final (esos no los subiré al blog, así que si los quieren, pongan un comentario)
La nueva historia la comenzaré a subir, seguramente, alrededor del sábado 4 de Enero :3
Era solo eso, así que, desde siempre, muchas gracias :*



PD: FELIZ AÑO NUEVO!!!


25.12.13

Feliz Navidad! ♥

Hola lectoress! me estoy pasando por aquí para desearles unas hermosas Navidades :3
Y para decirles que me iré de viaje cuatro días u.u así que, cuando vuelva, subiré TODO lo que queda de Mi Infierno Imaginario ^o^ tomenlo como relago de Navidad y como disculpa por ausentarme...
Mientras, yo deberé estar en la playa (la cual odio), leyendo alguna cosa en mi e-book (el cual amo)
Bueno, y FELICES FIESTAS y muchos hearts and kisses para ustedes :**

20.12.13

Noticias ♥

Hola lectores :3
Solo me pasaba por aquí y quería decirles que pronto comenzaré a subir nuevos capítulos de una nueva novela... Mi Infierno Imaginario ya está terminando, y como la ultima parte no tiene mucho sentido, la estoy rehaciendo, pero no tengo mucha inspiración así que la haré sobre la marcha...
En todo caso, la nueva historia todavía no tiene nombre, pero ya me estoy haciendo una idea de lo que va a hacer (la fui imaginando en una salida con mis amigas mientras tomaba un helado, ya sé, soy muy normal)
Así que era eso... ah, y que, los Viernes y Sábados trataré de subir reseñas de libros, pero todavía no sé... aunque supongo que las subiré...
Hasta la próxima :3

13.12.13

Reseña #10: Esmeralda de Kerstin Gier




Sinopsis






Piedras Preciosas #3

¿Qué se puede hacer cuando te rompen el corazón? Sin duda, la mejor terapia consiste en llamar a tu mejor amiga, comer chocolate y hundirte durante horas en la autocompasión. Lo malo es que la última viajera en el tiempo, Gwendolyn, tiene que emplear sus energías en cosas muy distintas: por ejemplo, sobrevivir. Porque la trama que tejió el turbio conde de Saint Germain en el pasado se tensa ya para disponer una peligrosa red en el presente. Con el objetivo de desvelar las intenciones secretas del Conde, Gwendolyn y Gideon —olvidando por un momento sus penas de amor— no solo deben bailar un minué en una esplendorosa fiesta en el siglo XVIII, sino también lanzarse a vivir increíbles aventuras que los llevarán más allá de las fronteras del tiempo...



7.12.13

Reseña #9: The Unbecoming of Mara Dyer de Michelle Hodkin


Sinopsis


Mara Dyer #1

Mara Dyer cree que la vida no puede hacerse más extraña que despertar en un hospital sin recordar como llego allí.
Si se puede.
Cree que debe haber más sobre el accidente que no puede recordar, mató a sus amigos y la dejo extrañamente ilesa.
Lo hay.
No cree que después de todo lo que ha pasado, pueda enamorarse.
Está equivocada.






Opinión

Puede contener Spoilers




Amor eterno a este libro.
Ya sé, ya sé, van a decir que amo todos los libros que leo, pero eso es inevitable (para demostrar que soy al menos un poco crítica, odio el Club de los Corazones Solitarios).
Y, como todos los libros que leí últimamente, Mara Dyer es amor!
Lo único es que me exaspera un poco que en el prólogo diga que su nombre no es Mara. SOLO ESO.

Les explico de que va: una chica despierta en un hospital y le dicen que sus amigos han muerto ·o·. Luego se muda y encuentra a un chico sexy ·o·. Claro que, chico sexy=problemas. 
Mara comienza a estar en una serie de asesinato inesperados... y... chanchanchan... eventos un poco asustadizos (yo tuve que dejar de leer algunas veces porque tenía miedito :c). Pero, la cosa es... NOAH SHAW, PERRAS, ES MIO! o bueno, mío y de mi parabatai... si no me mata.
Noah es como cualquier otro galán: pasó por todas las de la escuela y es inevitablemente irresistible: TE ENAMORAS DE EL AL MOMENTO EN QUE MARA LO DESCRIBE! y además es INGLES... y sabe muchos idiomas (bueno, algunos solo sabe una palabra, y yo en ese caso se 8 idiomas por saber decir mierda en idiomas orientales... okay, eso era información innecesaria)...
El caso es, Noah=hermoso=enamorarse=amor. 
Me gustaron esas partes en las que Mara recuerda el accidente. Si hay algo que me gusta de los libros son los flashbacks (y también de las películas, me gusta ver las versiones peques de los personajes ^-^), y estos flashbacks no fueron la excepción.
Me gustó Mara. La forma en la que narraba la historia y como "ama" su vida me inspiraron mucho... okno, ya sé, necesito medicarme.
Bueno, y eso fue todo amigos míos... SOLO QUIERO QUE ESTE LIBRO SALGA EN LA ARGENTINA EL FISICO ASI LO PUEDO COMPRAR, MIERDA.
PD: CREO QUE ESTA TRILOGIA (el segundo libro se llama The Evolution of Mara Dyer y el tercero The Retribution of Mara Dyer, que no sale hasta Noviembre de 2014) TIENE LOS MEJORES BOOK TRAILER DEL MUNDO ♥






"No soy tu tipo." 
"No tengo un tipo."
"Eso es aún peor. Eres tan sin criterio como dicen"
"Mara y Noah"




Cuento Random #4

Owens.
Demonios, no otra vez.
Pase al frente.
Con dificultad, me separo de mi asiento. Mis piernas tiemblan y siento que voy a tartamudear en cuanto pase al frente.
Aunque, claro, la directora no sabe que tengo pánico escénico, que le tengo miedo a las alturas y que rara vez puedo hablar frente a muchas personas.
En este caso, veinte de mis compañeros me observan. Cinco se ríen. Tres duermen. Cuatro hacen quién sabe qué. El resto me observa, y algún que otro suspira.
Y siento la necesidad de salir corriendo.
Haz el cálculo que escribí en la pizarra me dice la directora, extendiéndome una tiza.
Con manos temblorosas, hago el ejercicio. Lentamente, sin mirar hacia atrás.
Suspiro cuando lo termino y regreso a mi asiento atrás de todo.
La directora observa mi ejercicio y pone un gran aprobado al lado. Y ahora viene el maldito discurso que me hace quedar como una estúpida.
Deberían aprender de su compañera pasa delante de Conny y le arranca la lima de uñas de la mano. Ella pasa sin decir palabra a la pizarra y hace correctamente el ejercicio acerca su rostro al de mi pesada compañera porrista. No como otros... resalta la última palabra, que no hacen más que no prestar atención.
Conny me dirige una mirada llena de odio y me hago pequeña en mi asiento.

¿Algo más?

3.12.13

Buenas (y malas) noticias

Hola a todo el mundo ! Como estan? Bueno, yo no muy bien :(
Como ya han notado, estuve ausente por los finales, Y SI, YA ESTOY DE VACACIONES! y aprobe las materias, así que estaré aquí tooooodo el verano.
PEEERO (siempre hay un pero), no estoy muy bien :( un familiar muy cercano y que quería mucho nos abandonó y estoy muy mal. Aunque, esto me hace querer escribir y leer más y mi madre me ha dado el crédito de que si quiero, no puedo salir de mi casa para distraerme y leer un rato.
Por este mes que voy a estar un poco de luto, subiré cosas de a poco. Lamento esto, pero estoy mal como para entrar a las redes sociales (no he entrado a facebook ni un solo dia hasta hoy por la mañana), así que sepan disculpar las molestias :3
Gracias :*

18.11.13

Cuento Random #3

Valerie recorría las calles de New York sola, con su mochila colgada en uno de sus hombros y su chaqueta en el otro.
Estaba feliz por todos sus logros. Mientras pasaba por un callejón, una sonrisa con aire a venganza y satisfacción se mostraba en su rostro. Su pelo caoba se movía tan rápido como ella, y sus ojos negros estaban fijos al otro lado de la calle. Al destino.
Tomó fuerzas, aunque sabía que no las necesitaba para lo que estaba a punto de hacer. Se paró en unas escalinatas, y saco de su mochila un arma, decorada con manchas rojas, como la sangre, y un hermoso oro. Cuando la encontró en su casa sabía que era para ella. Un borde dorado acompañaba al gatillo, y eso hacía que muchos de los traficantes con los que ella se comunicaba desearan su arma. Muchos le darían millones, y otros, cosas que ella no necesitaba.
Con pasos cortos y pausados, avanzó hacia la esquina, pegada a la pared. La persona a la que esperaba, no se presentó, y no le importaba, ahora que sabía que el lugar estaba despejado, podía guardar el arma y avanzar al interior del local con tranquilidad.
El negocio estaba cerrado desde hace años, cuando ella todavía era una niña, y cuando estaba con humor de perros, se escabullía de su apartamento tomado e iba al pequeño comercio abandonado, lugar donde se comerciaban drogas, armas y alcohol que la aduana no permitía ingresar.
—Menuda mierda es mi vida— le dijo a una rata que pasaba por ahí, mientras se tiraba a un sofá bordó roto por sus años sin uso—. La cárcel hubiera sido mejor.
Se pensó lo último que dijo y sacudió su cabeza.
—Retiro lo dicho— repuso—, ahí no te dan alcohol.
Desde los dieciséis que sufría síndromes de abstinencia y comas alcohólicos, pero ella misma decía que solo eran cosas de su estúpida vida. No era responsable ni de sus límites. Robaba para sobrevivir. Bebía para olvidar y se lastimaba para sufrir.
Sin embargo, las creencias no se las había olvidado y rezaba por su hermano, que por su culpa, había acabado en un horrible colegio pupilo. Él fue el único que le hizo caso, pero ella lo metió en más problemas, tanto a él como a ella.
VaLa, que era como se hacía llamar entre los traficantes. Sufría trastornos mentales y flashbacks de una infancia dura. Sin embargo, sabe como llevar a cabo cada uno de esos problemas. Al vivir sola, se ahogaba en su propia mente y muchas veces tiraba al piso las pocas cosas que tenía o rompía las paredes de material.
Salió de su mente y regresó a su vida. Buscó en una alacena del viejo negocio y saco una caja que contenía ocho botellas. Cinco de esas botellas estaban vacías, y el resto estaban aún llenas. Sacó las tres con alcohol y las guarda en su mochila. Se puso a pensar su próxima acción, y decidió ir a la casa de Jordan.
Jordan era su mejor amigo, si se le podía llamar así a la persona que le escuchaba, daba consejos y cuidaba que la policía no le siguiera el rastro. Claro, que a cambio, ella tenía que llevarle al menos dos botellas a la semana. Él no era tan alcohólico como ella, además era mayor que Valerie. Aunque ella nunca le había preguntado su edad, calculaba que era unos dos años mayor.
Cruzó la calle, dio la vuelta a la manzana y llegó a un pequeño edificio maltratado. Tocó el 4C y respondió una voz apagada. Ella respondió escuchó como colgaba el portero eléctrico. Escuchó como el deteriorado ascensor hacía ruido al bajar y, luego, la puerta se abrió.
—¿Qué quieres?— preguntó Jordan, un chico alto, rubio y de ojos grises, que la miraba con ojos inquisidores desde su gran altura.
—Nada— respondió ella—, bueno, te traje esto— levantó la mochila y la sacudió para que se escucharan las botellas.
—Repito, ¿Qué quieres?
—Me pasaba por aquí— dijo, entrando sin que él se lo pidiera.
—Cuando tu pasas por aquí no es algo bueno— comentó Jordan, pasando su mano por la cara—. Es broma, no hace falta que saques a Jenny para amenazarme.
Jenny era el nombre que se le había puesto al arma de Valerie. Por alguna razón, muchos la veían inofensiva. Aunque una de sus balas podría traspasarte en un abrir y cerrar de ojos.
Pero eso a Valerie no le importaba. Ella era sinónimo de osadía. No le importaba arriesgar su propia piel. Ella, después de todo, solo quería morir, aunque estuviera tan orgullosa de sí misma.

Sonrió con aire triunfal mientras guardaba el arma dentro de su bolso de lona verde militar.

Fragmento de Julie :3

Me han extrañado?? Yo sé que sí, por eso, (y porque los quiero mucho, queridos lectores), he decidido compartir (una mínima parte), de Julie ^u^ deberían sentirse agradecidos, de verdad, cuando escribo en esta novela, ni a mis gatos dejo acercar a mi habitación.
Espero que les guste :3

—Maldita seas, Madison— le digo a mi compañera de piso, que está frente a mí, riéndose a carcajadas mientras abre un bolso recién robado, saca la billetera y extrae un par de billetes de diez dólares.
Escucho los gritos de los policías a lo lejos. Uno de ellos da las órdenes de que barran el lugar en busca de los tres adolescentes que le robaron el bolso a una mujer hacía tres minutos.
Esos tres adolescentes éramos Madison, Carl y yo.
A simple vista, se pueden ver tres hermanos, aunque no nos parezcamos en nada.
Madison es de Alaska. Ella y su hermano mellizo, Mike, escapan de un pasado horrible: su madre se suicidó frente a ellos. Ambos hermanos, aunque sean totalmente distintos, son idénticos físicamente. Ambos tienen rizos negros. Ambos tienen esos grandes ojos azules. Ambos tienen la piel pálida. Pero Madison vive deprimida. Los horribles acontecimientos de su vida la llevaron a hacerse gótica y ver el mundo blanco y negro, además de rojo como la sangre. Mike ha olvidado todo. Sale con Jennifer y es alegre.
Carl Night es mi mejor amigo desde que somos pequeños. Es inglés, pero de alguna forma llegó a América tras la muerte de sus padres, que fueron cruelmente asesinados frente a él y a su hermana mayor, Charlotte, a quién nunca pude conocer... hasta ahora.
En mis primeros años, odie demasiado a Carl. Ambos somos huérfanos y vivíamos en un mismo orfanato canadiense. Me molestaba, y el día en que yo eché a llorar nos hicimos amigos. Pero tampoco ayudaba la diferencia de edad.
Carl tiene cabello negro y ojos negros como una cueva. Me dijo, en su momento, que heredó el cabello oscuro de su madre y los ojos de su padre. Su piel es morena, y por pasar dos años seguidos en el gimnasio tiene los abdominales marcados.
Si no fuera mi mejor amigo, tal vez estaría enamorada de él.
Vuelvo a escuchar los gritos de los policías, ahora mucho más cerca, tal vez a la vuelta de la esquina del lugar dónde estamos parados. Tal vez una calle frente a nosotros.
Levanto la mirada del piso y veo a lo lejos, las placas brillantes.
Me quedo en shock un momento, hasta que Carl me agarra de la mano y me ayuda a correr, dejando atrás a Madison.
No sé hacia dónde vamos. Las luces de Brooklyn me marean y me hacen dudar de mis pasos.
No sé dónde piso. No sé nada. Mi mente está bloqueada, y en lo único en qué puedo pensar es en que Carl me está guiando. Carl es mi brújula.
No sé cuántas cuadras hemos corrido cuando él para al lado de un contenedor de residuos. Se apoya contra él y se sienta.
Comienzo a tambalearme por las paredes del callejón, tratando de buscar un soporte. No sé si pueda aguantar más. Mi cabeza rebota y siento los latidos de mi corazón en todo el cuerpo.
Si sigo sintiendo lo que estoy sintiendo, me voy a desmayar.
Me caigo contra la pared, al mismo tiempo en que veo como Carl se acerca a mí para agarrarme. Me abraza y me quedo entre sus fuertes brazos. Aprieto mis puños en sus mangas, pero siento que la poca energía que me queda se libera, y suelto su remera.
Él se sienta conmigo en su regazo, y me comienza a acariciar el cabello. Recuerdo que, de niños, él me contaba una historia antes de irme a la cama, una cualquiera que yo le pedía. Pero de eso ya son cinco años. Crecí.
Comienzo a llorar en su regazo, como una niña pequeña haría.
Sin embargo, eso es lo que soy: soy una niña pequeña, a la que le han sacado la infancia. Me despojaron de toda humanidad que una niña tendría que poseer. Primero, fue la muerte de mi familia adoptiva; luego, siguió la segunda adopción.
Mis padres adoptivos, que no eran más que unos padres temporales... “inhabilitados”, me golpeaban. Me inyectaban cosas extrañas.
Cuando me sacaron de allí, no podía hacer otra cosa que llorar. Luego me encontré con Carl en el internado de Massachusetts. Y luego...
Cuando Madison hace esta clase de cosas, que nos hacen correr, recuerdo los meses de maltrato que debí sufrir a manos de mis padres adoptivos. Carl me acuna y me acaricia la frente con sus labios, como un padre a su hija.
Pero nosotros somos amigos, y él me protege como si fuera mi hermano mayor.
Mi mente... siento que comienza a oscurecerse y a perder el sentido.
Lo último que veo antes de cerrar los ojos completamente para quedar inconsciente, es el brillo de una chica al final del callejón. 

Reseña #8: Bajo la Misma Estrella de John Green


Sinopsis





A Hazel y a Gus les gustaría tener vidas más comunes. Algunos dirían que no han nacido con estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son solo adolescentes, pero si algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo para lamentarse, porque, nos guste o no, solo existe el hoy y el ahora. Y por ello, con la intención de hacer realidad el mayor deseo de Hazel —conocer a su escritor favorito—, cruzarán juntos el Atlántico para vivir una aventura contrarreloj, tan catártica como desgarradora. Destino: Amsterdam, el lugar donde reside el enigmático y malhumorado escritor, la única persona que tal vez pueda ayudarlos a ordenar las piezas del enorme rompecabezas del que forman parte...




2.11.13

Capi especial de Julie

No daré detalles.
Siento el blog un poco aburrido por mis finales, así que les voy a compartir el primer capitulo, pero en 3ra persona... que no tiene nada que ver con la historia original, pero creo que podría darles un demostración de como es la vida de Julie... (en realidad es solo un fragmento del primer capítulo, el original lleva cerca de 12 hojas en word)


Carl corría por los callejones de Brooklyn.
Y atrás de él una niña pequeña con el cabello tapando su cara, pero él sabía que era Julie, y sabía también que estaba lejos de ser una niña pequeña.
Con sus cortos quince años, Julie había sido separada de una infancia normal, y corría detrás de él sin quejarse. Aunque en parte, era culpa de ambos por haber acompañado a Madison a caminar, ya que terminó robando la cartera de una mujer, y esta se dio cuenta.
Los policías comenzaron a seguirlos. Carl tomó la muñeca de Julie y se metió con ella dentro de los callejones y perdió de vista a los policías. Aunque siempre, para tomar precauciones, era mejor seguir corriendo unos cuantos kilómetros. Pero él sabía que su amiga no podría aguantar mucho más de lo que habían recorrido.
Cuando estuvo seguro de haber perdido a los policías, Carl se apoyó contra la pared de ladrillo del callejón, que estaba lleno de moho y húmedo por la lluvia de esa mañana, y suspiró. Dejó caerse y tiró su cabeza hacia atrás.
Julie cayó de rodillas frente a él. Él sabía que lo que iba a ocurrir no iba a ser bueno.
—Estoy cansada, Carl— dijo la chica. Sus brazos cayeron al lado de su cuerpo como plumas y su rostro cambió a un amarillo pálido. Sus ojos se tornaron brillantes y llorosos. Y después comenzó a temblar. Y cayó desmayada.
No era la primera vez que pasaba, pero Carl pensaba que muchas veces podría caer muerta en esas condiciones. Sin embargo, sabía que Julie tenía la presión baja por todo lo ocurrido en ese último año.
Y en situaciones como esa, como el correr para separarse de los policías que habían visto robar a Madison, ella se desmayaba en el medio de la calle, y él apoyaba su cabeza en su regazo, mientras le acariciaba el pelo.
Bonita hermana. Decían unos. Es demasiado pequeña para ti. Decían otros. Pero Carl no les prestaba atención. Muchas veces le daban ganas de preguntarles que harían ellos. Al ser huérfano, Carl valoraba mucho lo que tenía. Y, sobre todas las cosas, valoraba a Julie.
Julie era fría, tímida y de pocas palabras, pero no siempre fue así. Hubo un momento, años atrás, en los que había sido tierna, tranquila y tímida. Pero el haber ido con una familia que la maltrataba y le daba extrañas inyecciones, cambió demasiado. A partir de ahí, todo lo que Carl había visto en su amiga de la infancia había sido borrado. Era reservada con casi todas las personas, pero con Carl, al que apenas demostró su cambio de personalidad, le tenía algo especial que lo hacía sentir como la única persona en la que ella podría a llegar a confiar plenamente.
Pero él sabía que Julie le tenía cierto grado de desconfianza, pero más por las experiencias de la vida de ella que por otra cosa.
Perdido en sus pensamientos, Carl, no se había dado cuenta de que alguien había llegado.
Una chica, de pelo marrón oscuro con mechas caoba, ojos verdes y pecas marrones en toda su cara, estaba seria inclinada viendo el rostro de Julie. Carl observó el rostro de la chica y notó cierta familiaridad desconocida, como si la hubiera visto antes, pero no sabía donde. Al momento en que la chica notó que Carl la observaba, sonrió y cuando Carl parpadeó, ya se había ido. Se había esfumado tan rápido como el viento. Carl se dijo que lo había imaginado.
—¿Carl? — preguntó una voz conocida, y supo que estaba en la realidad, no en el mar de sus pensamientos—, ¿Julie? ¿Estáis aquí?
El acento español. Era Sharon, una chica que había vivido en España la mayor parte de su vida, y huérfana, que había venido del otro continente con su hermana menor para reunirse con unos familiares que no existían, ya que su otro hermano, el mayor, se negaba a cuidar de sus hermanas menores.
—¿Sharon? — preguntó Carl en respuesta, extendiendo el cuello para ver más allá del gran contenedor de basura frente a ellos—. Ayúdame con Julie.
—Oh, mi Dios— murmuró Sharon por lo bajo, y se acercó corriendo hacia sus dos amigos. Le acarició la mejilla a Julie, ya que era como una hermana para ella—. ¿Qué le ha pasado?
—-Lo de siempre— dijo Carl, como respuesta. Sharon suspiró y cerró los ojos, frunció el ceño y cuando volvió a abrir los ojos, sus ojos ámbar brillaban bajo el rayo de luz que se filtraba a través de la rendija rota del galpón abandonado detrás de ellos.
—Llevémosla a casa—- dijo, al fin, agarrando un brazo de Julie y tratando de levantarla con la ayuda de Carl.
¿Y piensas que no lo había pensado? Se dijo Carl. Julie era lo único que tenía en el mundo. Lo único que podría hacerle valer. Y no lo estaba aprovechando para nada. Estaba dejando que muera poco a poco. A veces, soñaba que su cuerpo ahora más bien relleno estaba flacucho, su piel pálida, medialunas negras bajo los ojos de su amiga. Debía dejar el alcohol y las drogas, o sino, así iba a terminar.
Sharon le ayudó a cargarla, y siguieron por las calles bajas hasta llegar al departamento de Joy.

1.11.13

Noviembre! ♥

Hola lectores, solo quería decirles un par de cositas...
en las próximas dos semanas voy a estar DEMASIADO ausente porque me tocan los finales... pero igual, a partir de diciembre, YA ESTARÉ LIBRE! no mas clases... muchos libros... inspiración bajo el sol del verano... okno.
solo quería decirles que tal vez solo suba un capi por semana, solo eso y que estaré ausente en las próximas semanas :D 


Debo hacer una poesía para literatura, quien me ayuda? nunca se me dio la poesía :$

 Por el momento, creo que nada mas. no sé si subiré cosas sobre los otros cuentos, porque también estoy haciendo la corrección de Deseos Pasados para hacerlo en PDF (apuestas, a los 3000 visitantes de este blog tengo que hacer algo muuuuy arriesgado *obra de mi parabatai*), pero creo que ya voy por la décima corrección de Los Híbridos y todavía no me convence. 
Bueno, otra vez, eran solo estas cosas.
ADIOS!


¿Alguien que haya participado de la fiesta de Halloween, #FiestaEnHogwarts? Fue lo mas adfdh, y todavía me sigo riendo.

27.10.13

Reseña #7: Vanish de Sophie Jordan



Sinopsis


Fireligh #2


Un amor prohibido.
Rivalidades crueles.
Decisiones sorpresivas... y fatales.

Para salvar la vida de Will, Jacinda traicionó el mayor secreto de su especie. 
Ahora debe regresar a su comunidad sabiendo que no lo verá nunca más y temiendo lo peor: que él la olvide.
El clan la recibe con hostilidad. Su nueva vida, sometida a la autoridad y la vigilancia constante, la ahoga en la desesperación.
Aislada, está a merced de Cassian, el príncipe heredero.
Y entre ambos, Tamara, cuya vida dio un vuelvo trascendental por uno de esos extraños caprichos del destino.
Jacinda sabe que debería olvidar a Will, pero...
Continuar es difícil. Luchar es casi imposible y temerario. 
¿Se atreverá a desafiar nuevamente las leyes y a arriesgarlo todo por amor?
¿De qué es capaz una draki de fuego acorralada?


21.10.13

Reseña #6: Zafiro de Kerstin Gier


Sinopsis

Alemana


Piedras Preciosas #2

Gwen vive en una nube... ¡con Gideon!, aunque sabe bien que el amor entre dos viajeros en el tiempo puede deparar sorpresas traicioneras. Por suerte, tiene muy buenos consejeros: su mejor amiga, Leslie, su compinche, James el fantasma, y Xemerius, una gárgola que se mete en bastantes líos.
Además, Gwen y Gideon tienen importantes problemas de los que ocuparse... Por ejemplo, salvar el mundo. O aprender a bailar un minué (algo nada fácil). Sin embargo, ambos deberán entender que el amor debe imponerse, sobre todo cuando caigan en las redes del conde de Saint Germain...





Mi infierno Imaginario. Capítulo 2.

Parker



Veía como las luces de la ciudad se encendían frente a mí, mientras yo permanecía parado en el extenso balcón de mi habitación, apoyado en el pasamanos de mármol.
La piscina iluminada yacía debajo de mí. La carpa estaba desarmada y esparcida por todo el jardín trasero, a la espera de alguna fiesta para ser montada.
Y mi hermano estaba ahí, besándose con su primera aventura, bueno... la primera que tenía en esta ciudad, porque si hablábamos de la primera... ya habían pasado al menos unas cincuenta chicas desde la primera, ninguna de ellas en una relación seria.
Todo era sexo y besuqueos.
Claro que yo aprendí de mi hermano, o al menos en un parte, porque solo había tenido sexo con una chica, hacía como siete meses, en la fiesta del que era mi mejor amigo.
Se suponía que no debía seguir su ejemplo, porque yo era, por así decirlo, el mejor parado de mi familia. Mi hermano era cinco años mayor que yo, y desde la muerte de mis padres, hacía dos meses, debíamos vivir con nuestro abuelo en Chicago.
Ese viejo —que no era tan viejo— seguía manteniendo el espíritu jovial y negociador que recordaba que tenía cuando yo todavía estaba aprendiendo a nadar en la piscina frente a mí. Mi abuela murió cuando mi padre era un niño, por los asuntos familiares en los que toda mi familia, los Feige, estábamos metidos.
En menuda familia me había tocado nacer.
Aaron, mi hermano de veintitrés años, tenía cabello negro y los mismos ojos grises que yo, heredados de la familia de mi madre. Él tenía piel clara, como mi madre, pero yo había heredado la piel pálida de la familia de mi padre. Mi cabello era marrón claro, y hacía la mejor combinación con mis ojos grises. Lo que daba como resultado al chico perfecto: al chico perfecto lo buscaban todas. Al chico perfecto, lo querían todas.
Yo era el chico perfecto. Me amaban de arriba abajo.
Apagué el cigarro en la baranda de mármol, y les eché una última mirada a mi hermano y a su “novia”, que ahora se reían mientras nadaban en la piscina.

Abrí las puertas de mi habitación, y un aire frío me azotó en la cara, haciéndome girar un poco la cabeza. En ese mismo instante, la sensación de mareo se me vino encima, y la visión, que me perseguía desde los dieciséis, me envolvió.

***

La chica de pelo rojo se movía en círculos en su habitación, llorando desconsoladamente. Parecía que estuviera encerrada en una jaula, como un león buscando la salida de su cárcel.
Estaba cubierta con un simple vestido verde que parecía ser de satén, y tenía bordado cerca de la cintura unas flores silvestres.
Paró de dar vueltas y se tiró al suelo, derrotada. Se llevó ambas manos a la cabeza y se despeinó el cabello. Ese hermoso cabello que veo desde siempre... me encantaba tanto que no veía la hora de ver a esa chica y despeinarle yo mismo el pelo.
Sin embargo, desde que comenzó la visión, dos años atrás, cuando todavía yo tenía dieciséis, la chica no era más que una niña.
Dos años después, ya había tomado altura, pechos y trasero.
Calculé que, en las primeras visiones, la niña debía de tener entre unos trece o catorce años. Calculé que, en las últimas visiones que había tenido, la chica superaba, al menos, los quince años.
Recuerdo que en las primeras visiones, su cuerpo estaba maltratado: moratones por todo su cuerpo; enormes ojeras bajo los ojos; rasguños en sus manos; vendas en su rostro y también en sus brazos. Estaba flaca y le faltaba demasiado peso.
Pero, luego, recuperó la compostura. Se hizo alta y se le formaron las curvas, comenzó a rellenarse. Comenzó a ser la chica que debería ser para la edad que tenía —o parecía tener—. Pero, aún así, seguía teniendo un cuerpo hermoso.
Siempre quise conocerla en persona.

Aunque, mi destino, fuera matarla.

***

Cuando la visión terminó y regresé a mi habitación, me senté en la cama para despejarme de la visión, que me acechaba desde hace dos años.
La chica... ella siempre lloraba. Siempre se revolvía el cabello descontroladamente y daba vueltas en su habitación como si estuviera desorientada. Pero nunca supe por qué hacía esas cosas.
Sin embargo, desde que me dijeron —desde que mi padre y su extraño “amigo” me dijeron— que debía matar a la chica de mis visiones, mi boca cayó abierta de la sorpresa. No podía matar a algo tan hermoso.
Pero debía hacerlo, era mi destino.
Envidiaba a Aaron por no tener aquel destino: el de hacer sacrificios humanos a quienes tenían contacto con el enemigo.
No sé como la chica de mis visiones tenía que ver con el mundo angelical: pareciera que todo ángel guardián que hubiera tenido en algún momento la hubiera abandonado hacía tiempo. La forma deteriorada en la que siempre la veía, llorando siempre desconsoladamente, sin nadie que fuera a consolarla. ¿Dónde está el ángel que se le asignó? Si era una chica... mala... sería como yo.
Yo era un aliado del infierno, el encargado de entregar cuerpos para los rituales que se realizaban en el lugar al que los niños le tenían tanto miedo y solo formaba parte de los cuentos de terror. Nadie —excepto nosotros, los aliados de los ángeles y los ángeles mismos— sabía de la existencia de este lugar.
Mi trabajo era matar a aquellas personas inocentes. Y la chica que se me asignó podría ser la chica más inocente que vi en mi vida. Pero si era inocente, entonces debía de tener un ángel guardián, que la cuidara, que la protegiera de las personas que querían hacerle daño.
Que la protegiera de las personas como yo.
Levanté la mirada, y un halo de luz entraba de la puerta del balcón abierta. Una brisa suave empujó las cortinas, y un susurro suave entró a la habitación.
No le hagas daño— dijo la voz angelical. Sé que era una porque era tranquila, débil y serena, además de que un dejo de eco le siguió.
Y, en aquel momento, supe que se suponía que no debía hacerle daño a la chica de mis visiones, aunque si no hacía eso terminaría mal. Sabía que se refería a la chica porque, probablemente, la voz angelical pertenecía al ángel guardián de la chica, el que estuve bastante ausente durante el último tiempo.

Pero debía matarla, porque si no me desterrarían al infierno por el resto de los días de mi vida. Y eso no era divertido, aunque nadie había regresado de allí como para decirme a qué temperatura se estaba abajo.

Reseña #5: Forbidden de Tabitha Suzuma



Opinión Personal



Ella es guapa y talentosa, está en sus dulces dieciséis y jamás ha besado a nadie. Él es guapo, tiene diecisiete y está al borde de un futuro brillante. Y ahora se han enamorado. Pero el único problema es... que son hermanos.
Lochan, de diecisiete años, y Maya, de dieciséis, siempre se han sentido más amigos que hermanos. Juntos, han tenido que intervenir por su madre alcohólica y caprichosa para cuidar de sus tres hermanos menores. Como padres de facto de los más pequeños, Lochan y Maya han tenido que crecer rápido, y el estrés de sus vidas, y la forma en que se entienden tan completamente, también los ha acercado más de lo que estarían dos hermanos normalmente. Tan cerca, de hecho, que se han enamorado. Su romance clandestino florece rápidamente a un amor profundo y desesperado. Saben que su relación está mal y que posiblemente no puede continuar. Y aún así, no pueden detener lo que se siente tan increíblemente correcto.

Mientras la novela se inclina hacia un final explosivo y chocante, sólo una cosa es segura: un amor así de devastador no tiene final feliz.




20.10.13

Reseña #4: El Chico que se Escabulle por la Ventana de mi Habitación



Sinopsis





Amber Walker y su hermano mayor, Jake, tienen un padre abusivo. Una noche, el mejor amigo de su hermano, Liam, la ve llorando y trepa por su ventana para confortarla. Aquella acción desata una relación de amor/odio que se extiende por los próximos ocho años.
Liam ahora es un seguro y coqueto jugador que nunca antes ha tenido una novia. Amber todavía está emocionalmente temerosa por el abuso que ha sufrido a manos de su padre. Juntos, hacen una pareja improbable.
Su relación siempre ha sido incierta pero, ¿Qué sucede cuando Amber empieza a ver al mejor amigo de su hermano un poco diferente? ¿Y como su hermano, que siempre ha sido un poco sobreprotector, reaccionará cuando se dé cuenta que el par se está acercando más?




Reseña #3: Hush, Hush de Becca Fitzpatrick



Sinopsis



Hush Hush #1



Un juramento sagrado.
Un ángel caído.
Un amor prohibido.

Enamorarse no formaba parte de los planes de Nora Grey. Nunca se había sentido especialmente atraída por sus compañeros de instituto, a pesar de los esfuerzos de su mejor amiga, Vee, para encontrarle una pareja. Así era hasta la llegada de Patch. Con su sonrisa fácil y sus ojos que parecen ver en su interior, Nora se siente encandilada por él a pesar de sí misma.
Tras una serie de encuentros aterradores, Nora no sabe en quién confiar. Patch aparece allí donde va y parece saber más sobre ella que su mejor amiga. Imposible decidir si debe darse por vencida y sucumbir a sus encantos, o salir huyendo y esconderse. Y cuando intenta encontrar algunas respuestas, descubre una verdad que es más perturbadora que nada de lo que Patch le hace sentir.
Porque Nora está en medio de una ancestral batalla entre los inmortales y los que han caído, y cuando se trata de escoger bando, la elección equivocada puede costarte la vida.



19.10.13

Reseña #2: Firelight de Sophie Jordan


Sinopsis


Firelight #1


Un secreto ancestral.

Ella y él son enemigo mortales.
Un amor imposible los quema...

Jacinda no es una chica común.
Desciende de dragones que pueden adquirir forma humana y ocultarse de los predadores que los persiguen.
Su clan la tiene bajo control, ya que ella es la última de su especie: una bella y poderosa draki de fuego, comprometida con el príncipe heredero.
Pero un encuentro fortuito obliga a Jacinda y a su hermana gemela a huir de su comunidad y adentrarse en el mundo de los humanos.
Ella luchará por evitar que sus instintos se apaguen, aunque esto signifique acercarse a su adversario, un enemigo tan atractivo como peligroso, capaz de encenderla con solo mirarla.



Mi Infierno Imaginario. Capítulo 1.

Dos años y un mes después

Hayley




Cuando el consejero escolar me preguntó por qué me comportaba como me comportaba, yo simplemente me encogí de hombros y me quedé en silencio, mirándole, cada un rato, a los ojos que me observaban impacientes en busca de una respuesta.
Recordé que un día, tres años atrás, antes de que mi hermana Christina muriera, ella me había dicho que siempre que me preguntaran lo que me pasara, respondiera con el silencio, porque el silencio era la única forma de hacer entender al otro que no se quiere dar una respuesta. Una respuesta que, probablemente, no es positiva. O a veces se trataba de responder a la verdad que escondía la pregunta.
Luego de una hora sin obtener respuestas y solo silencio, el consejero escolar se cansó de mí y me echó de su oficina.
Pero, al salir del despacho, frente a mí, se encontraban los corredores del instituto llenos de adolescentes que no me comprendían.
No sabía qué era peor: si estar en la oficina del consejero escolar, o encontrarse en los corredores, donde miles de estudiantes buscaban sus libros, se besaban con sus parejas, y hablaban de cosas de adolescentes.
Recordé cuando yo también era así... pero de eso habían pasado ya un par de años...
Sin embargo, desde que a mis once años le diagnosticaron a Christina, de ocho años, cáncer, mi vida nunca volvió a ser la misma.
Ella murió dos años después, pero por el simple hecho de que no quería sufrir más nuestro dolor, y se dejó estar. No más terapias. No más medicina. No más nada.
Ella, al estar muerta, no sabía que yo por dentro me estaba matando día a día, pensando en su rostro pálido; en su cabeza sin cabello por los analgésicos y las terapias que le desagradaban tanto; en sus grandes ojos azules, que con el paso del tiempo fueron perdiendo el brillo y el color. Y siempre que esa imagen se me venía a la cabeza, recordaba su cabello rojo, tan rojo como el mío, moverse mientras corríamos en el patio de mi vieja casa en Denver, cuando apenas teníamos cuatro y siete años.
Pero eran solo recuerdos. Recuerdos que quedarían siempre grabados en mi memoria, y que luego nadie tendría, porque yo estaría muerta.
Me metí en el corredor, mezclándome con las personas que ni siquiera me dirigían una mirada, y mucho menos una palabra. Era conocida como la rara. Como la de la familia York, que había llegado a la ciudad en silla de ruedas y había ido a la escuela con muletas. Nadie, pero nadie, sabía que tenía una hermana menor muerta, ni mucho menos las razones por las que había muerto.
Ellos conocían la falsa verdad de mí familia: sabían que eran una familia de Denver, grandes empresarios que siempre estaban de viaje, con una hija que sufrió un accidente que la dejó con un trauma severo. Pero no sabían de la segunda hija: la que murió y fue enterrada mucho antes de que la familia se mudara a Chicago.
Llegué al final del pasillo, hasta la puerta de salida, que también estaba abarrotada de adolescentes que querían terminar su jordana de una vez por todas, como yo. Pero yo tenía otras razones. La abrí y salí al exterior, con el sol golpeándome en el rostro.
Si mi vida no hubiera sido tan complicada y yo no fuera tan... cerrada al mundo, creo que sería el centro de atención de la mayoría de los chicos de mi instituto. Mi cabello era largo y rojo, rojo como el fuego. Mis ojos eran grandes y avellana, y mi rostro estaba lleno de pecas, que lo hacían ser delicado, no feo como pasaba casi siempre con las pecosas. No tenía acné o problemas con el cabello, como la mayoría de las chicas que no eran populares.
Mi madre me había contratado una profesora de patinaje privado cuando todavía vivíamos en Denver, así que mi cuerpo estaba apto para cualquier deporte. O para cualquier actividad, como el equipo de animadoras. Sin embargo, cuando había llegado a Chicago hacía ya dos años, después de mi coma de tres meses por el accidente automovilístico, las ganas de ser animadora se habían ido por completo. Había sido animadora en mi anterior instituto. Pero no duraba para siempre.
Después de aquel accidente y lo de mi hermana menor, creo que nunca pude volver a dormir más de tres horas por las noches, o a pensar con claridad, o incluso a hablar en voz alta. Nadie en mi instituto conocía mi voz, a excepción del consejero escolar o dos compañeros que, por orden del profesor, tuvieron que estudiar conmigo. Pero no había necesidad de tener compañeros de estudios, porque, después de todo, yo siempre sacaba las mejores notas.
Mi rostro, desde aquellos accidentes de mi vida, siempre tuvo ojeras moradas debajo de mis ojos, pero era sana, y eso era lo malo... que mi pasado me atormentaba, ¿Y quién iba a querer a una chica que tenía una hermana que murió de cáncer y que tenía un trauma por haber estado cerca de la muerte cuando apenas tenía catorce años? Un gran estúpido.
Mi auto estaba aparcado al fondo del estacionamiento, lejos de la sociedad y de las miradas curiosas.
Mientras me dirigía a mi coche, pasé por al lado de los populares, que se encontraban alrededor de sus autos. Observé a Eric, el capitán del equipo de baloncesto, ponerse demasiado cariñoso con Tabitha, una chica realmente insoportable del equipo de animadoras, pero no era la líder, gracias a Dios. También había otros del equipo, pero no los conocía demasiado, solo sabía que eran idiotas y que tiraban los billetes de dinero hacia arriba para que cayeran como gotas de lluvia sobre ellos.
Yo tenía dinero, era, probablemente, de las que más dinero tenía en toda la escuela, porque mi padre encontró un trabajo en el que ganaba bastante, lo que ayudó a pagar un par de terapias de Christina.
Luego, ella se dio por vencida.

Y se fue para siempre.

***

Me bajé frente a mi casa, una casa al mejor estilo americano. Mi habitación, en el segundo piso, estaba alumbrada por el sol que venía de atrás mío.
Caminé por el camino de piedra que llevaba a las escalinatas, mientras buscaba las llaves dentro de mi bolso. Las agarré justo cuando estaba frente a la puerta y la abrí.
El aire frío de adentro me demostró que no había nadie. Como de costumbre, éramos solo yo y...
Mi perro de seis años, Boyd, corría hacia mí, ladrando y sacando su lengua hacia fuera, dejando baba suspendida en el aire que después caía y mojaba el suelo de madera.
Se abalanzó hacia mí, tirándome hacia atrás. Ya estaba acostumbrada a sus ataques de cariño, por lo tanto casi no sentí el impacto de mi perro sobre mí y me comencé a reír.
Ese perro, que me dio Christina en la navidad en la que comenzó todo, era como la viva imagen de mi hermana muerta. Bueno... no era pelirrojo ni tenía ojos azules, pero era tan divertido, y siempre sabía cuando yo estaba mal, aunque mi máscara siempre ocultaba mis emociones.
No era emotiva, no era empática. No era nada.
Yo solo era una persona. Sin emociones. Esas emociones solo aparecían en forma de lágrimas a la hora de querer suicidarme e ir con Christina, o a la hora en la que iba al cementerio de Denver a ver a mi hermana. Pero esto último solo ocurría una o dos veces al año. Esas emociones también aparecían en forma de sonrisas a la hora en qué Boyd me pedía mimos o jugar con él.
Siempre que jugaba con mi perro, recordaba las palabras de mi hermana de ocho años cuando me dio al cachorro con el moño azul atado al cuello.
Cuando te sientas sola, piensa que soy yo— me dijo, mientras yo soltaba al cachorro y corría para abrazar fuete a mi hermana, como si temiera que en aquel momento se hiciera cenizas entre mis brazos.

Sin embargo, no se hizo cenizas entre mis brazos. Ella sufrió por tres largos años más, y luego... Luego ella se murió.

Reseña #1: Rubí de Kerstin Gier



Sinopsis



Vivir en una familia cargada de secretos no es fácil. O al menos eso es lo que piensa Gwendolyn Sheperd. Y es que en su casa nada ni nadie es del todo “normal”: empezando por su excéntrica tía abuela, pasando por la misteriosa Lucy, que se escapó de casa hace diecisiete años sin dejar rastro... y, para completar, también está Charlotte, su encantadora y rabiosamente perfecta prima, quien, según parece, ha heredado un extraño gen familiar que le permitirá viajar en el tiempo.
Pero un día, Gwen se encuentra de pronto en el Londres del penúltimo cambio de siglo y comprende que el mayor secreto de su familia es ¡ella misma! Para protegerla, su madre trató de ocultarle todas las pruebas, aunque en realidad ella es la última viajera en el tiempo y tiene una importante misión que cumplir. Ahora Gwen está en el ojo del huracán y parece que todo el mundo tiene muchas advertencias que hacerle. Sin embargo, nadie va a decirle lo más importante: es mejor no enamorarse mientras se viaja de una época a otra, porque eso puede complicar terriblemente las cosas...

Piedras Preciosas #1



Opinión



Si a mí me hicieran elegir entre todos los libros de mi biblioteca y Rubí, siempre elegiría Rubí. ¿Por qué? Porque simplemente lo amo.
No sé como empezó mi amor por este libro, solo me acuerdo que un día fui a una librería y lo venía viendo desde febrero (salió en enero), pero no me lo recomendaban así que pensé que no era para mí. Un día, agarré el libro y leí la contratapa... FUE AMOR A PRIMERA VISTA. Viajes en el tiempo... me identifico por amar los viajes en el tiempo y las mutaciones. Y este libro pudo conmigo.
En cuatro días, ya me había leído toda la trilogía.
Lo malo (y lo que lo hace tan rápido y liviano) de este libro (no la trilogía, sino Rubí en particular) es que es muy introductorio. Se conocen los personajes, las cosas de estos, y la verdadera acción para encontrar el objetivo comienza recién en los últimos capítulos.
Pero no dejo de amarlo.
Amo a Gideon y a esa maldita forma de ser que lo hace parecer un hijo de p*ta. Ahora quiero tener un novio tan arrogante como lo es él.
Amo los comentarios de Gwen, su gran pasión por las películas me hacían reír, y sobretodo las comparaciones. Su cerebro, sin duda, está pasando todavía por la edad del pavo.
Leslie, la mejor amiga de Gwen, también está en la pura edad del pavo. TODO LO BUSCABA POR WIKIPEDIA (no es que yo no lo haga, al contrario, mis amigas pidieron que se me bloqueara la página para así dejar de spoilearme libros), y además, al igual que Gwen, tenía una gran pasión por las películas.
En cuanto a los personajes que odié (además de a Gideon, pero con Gideon las cosas son distintas), una fue Charlotte, por razones obvias, siempre queriendo superar a Gwen, cuando no podía. Es la típica chica perfecta y odiosa que siempre se opondrán a la protagonista. PERO SON PRIMAS, DIOS, NO PUEDEN ODIARSE TANTO  (?
Lady Arista fue otra a quién odié, pero más por creerle más a su hija Glenda (madre de Charlotte) que a Grace (madre de Gwen), que por otra cosa.
A Glenda también la odié. NO DEJA QUE GWEN Y SUS HERMANOS TENGAN MASCOTAS, ¿QUÉ CLASE DE BRUJA ES?
Bueno, creo que eso fue todo :)

O no?

Cruza las fronteras del tiempo y encuentra el verdadero amor 

Como cualquier otro día, regresé pronto a casa al salir del instituto.
Mi tía se había quedado si sus dulces favoritos y me ofrecí para ir a la tienda a comprar más. Pero en el camino empecé a sentir algo muy extraño: las piernas me temblaban y tuve una sensación rara en el estómago.
De repente, la calle desapareció ante mis ojos.
Poco después reapareció, pero muchas cosas eran diferentes.
Había vuelto al pasado.
Me llamo Gwen y soy la última viajera en el tiempo.
Así empieza la aventura de mi vida.







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