Bueno, como dice el título de la entrada, les deseo una muy feliz Navidad y un buen Año Nuevo. Espero que reciban ese libro que tanto han estado esperando y que este nuevo año les tenga preparadas muchas lindas sorpresas 😝
Atte. Jules
Misteriosas puertas con tiradores en forma de lagartija, figuras de piedra parlantes y una niñera enloquecida con un hacha en la mano... Últimamente, los sueños de Liv Silber son bastante inquietantes. Sobre todo uno de ellos le preocupa muchísimo. En ese sueño se encuentra en un cementerio, de noche, observando a cuatro chicos que llevan a cabo un sombrío ritual. Los chicos guardan una relación muy real con la vida de Liv, puesto que Grayson y sus tres mejores amigos existen de verdad. Hace poco que Liv asiste al mismo instituto que los cuatro, quienes en realidad parecen bastante simpáticos. Sin embargo, lo que resulta realmente inquietante —mucho más inquietante que el cementerio por la noche— es que los chicos saben cosas sobre ella que durante el día jamás manifiestan... hasta que llega la noche y, con ella, el sueño. Liv ignora cómo lo saben, es un misterio absoluto, y ¿quién se resiste a investigar un buen misterio?
Fallon conoce a Ben, un aspirante a novelista, el día antes de su prevista mudanza al otro lado del país. Su atracción inmediata los lleva a pasar juntos el último día de Fallon en Los Ángeles, y su azarosa vida se convierte en la inspiración creativa que Ben siempre ha buscado para su novela. A pesar del tiempo, y en medio de las diversas relaciones y tribulaciones de sus propias vidas, ellos se siguen encontrando en la misma fecha cada año. Hasta que un día, Fallon comienza a dudar si Ben ha sido realmente honesto con ella o si sólo está fabricando una realidad perfecta en aras al último giro de su trama. ¿Puede la relación que Ben tiene con Fallon —y simultáneamente su novela— ser considerada una historia de amor si termina con un corazón roto?